~Tú, aquel que osas en lastimar siempre a los demás de diversos modos; tú, aquel que nunca creyó en nada, por que sintió que jamás nada bueno le pasaría en su miserable existencia... tú: debes morir.~
Ciudad de la Soledad, 4 del mes de la luna nueva del año de la Paz
Señora y Señor lectores
hijos de Adán y Eva,
Nacidos bajo el signo de Caín,
aquellos que poseen a Spes e Innanis en sus corazones
Presente
Estimados:
¿Por qué. No has dejado de preguntarte a dónde te lleva todo esto, cuál es el rumbo que debes seguir, si tomaste las decisiones correctas o erradas, cómo te ven los demás, si tienes las suficientes cosas para ser feliz, si estás al corriente de la farándula, si tienes las cosas de última moda, si hueles como debe oler alguien a tu altura, si tienes cosas de marca -buena y carísima marca- aunque no puedas costearlas... en este remolino de situaciones que te llevan a stressarte a desear muchas veces morir, sin importarte nada... tu alma se ha enajenado.
No sientes nada mas que el tener una buena imagen frente a los demás, no por desear ser bueno ante ellos -o mejor que todos-, si no por algo meramente de 'castigo' social...por que has nacido humano y necesitas vivir entre tus pares.
Entonces...¿quién eres? quizás te has hecho un perfil de tí mismo y de cómo te proyectas, a veces ni tu nombre concuerda contigo mismo y cómo te sientes, te burlas de tus defectos antes que los demás lo hagan...qué sé yo... te has marcado a ti mismo.
Has pensado tanto tiempo en que sólo existes tu que ni siquiera te has detenido a observar si hay nubes de lluvia sobre tu cielo, sólo has deseado para tí, cosas buenas y malas que ni te toquen! pues esas cosas no te deben pasar a tí ...¿qué pasa con el resto?
el resto...qué es?
Te ha engañado muchas veces y te han hecho sufrir... -retomamos- por qué? de quién es la culpa?, ¿debes sentir culpa? al final volvemos al caos de Innanis, sin saber dónde...
Y yo, con tanto agrado que te envió un trébol, para que te haga conocer a Spes y tu...lo destruyes...lo tomas en tus manos manchadas de maldita humanidad y te lo atribuyes como un gran milagro, lo exprimes y después lo desechas como colilla de cigarrillo.
¿Quién te crees?
Vas a tener que pagar a este ser con tu propia existencia, pues dejó todo por ti, no durmió orando por el cuidado a tus antepasados, que pensó en poder hacerte feliz... pero tu felicidad, lo que realmente pensaste que lo era, era nada más que el vago consumismo, omnipotencia y maldad que corrompía tu alma...te excusaste con mi hijo que era tu humanidad lo cual te hacía de esta y aquella forma...pero un trébol también es humano...¿por qué hemos de ser diferentes?
¿por que lo excluyes? ¿porque guardó fielmente tus sentimientos? ¿por qué te amo ...y lo sentiste recíprocamente...? te ardió el pecho cuando lo viste llorar...
Sé que no has comprendido ninguna de mis palabras, o si bien, quieres hacerme callar y romper esta carta, te hablo en el lenguaje de un trébol... esperó con ansias el que lo comprendieras y ahora...será condenado aquí ante todos como un imbécil por amarte, no como pareja o conyugalmente, si no como lo que eres...ese monstruo lleno de debilidades que sólo pensó en sí mismo y le dejó morir...
atte.
La amable Jefa de Brigada
[Se puede optimizar]
[No se debe eliminar, en conjunto se potencian]
[Se puede optimizar]
[No se debe eliminar, en conjunto se potencian]
[Dedicado a los tréboles amigos]